Lo que Sabemos sobre San José...
En donde encontramos históricamente sobre San José es en los Evangelios, y en particular los primeros capítulos de Mateo y Lucas. Además existen algunos amplios libros apócrifos que narran muchos detalles de la vida del Santo Patriarca.
Algunos de ellos son: "El Evangelio de Santiago", el "Pseudo-Mateo", el "Evangelio de la Natividad de la Virgen María", "La Historia de José el Carpintero". Sin embargo, nos vamos a centrar en los elementos que ciertamente sabemos sobre San José, gracias a los relatos evangélicos.
Sabemos que era un carpintero, un trabajador. Los escépticos nazarenos preguntaban sobre Jesús:
"¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María,
y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?" (Mateo 13,55).
José no era rico, puesto que cuando llevó a Jesús al templo para ser circuncidado y a María para ser purificada ofreció el sacrificio de dos tórtolas o un par de palomas, permitido sólo a aquellos que no podían pagar un carnero:
"Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos,
según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén
para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor:
«Todo varón primogénito ha de ser consagrado al Señor»
y para ofrecer en sacrificio «un par de tórtolas o dos pichones»,
conforme a lo que se dice en la Ley del Señor." (Lucas 2,22-24)
.
No obstante su humilde trabajo y lo escaso de sus medios de subsistencia, José provenía de un linaje real. Lucas y Mateo discrepan acerca de los detalles de su genealogía, pero ambos subrayan su descendencia directa de David, el más grande rey de Israel (Mateo 1,1-16 y Lucas 3,23-28). De hecho el Ángel que le anuncia el milagro de la Encarnación a José le llama "Hijo de David," un título real usado también para Jesús.
Sabemos que José fue un hombre de profundo silencio y visión sobrenatural para percibir la acción de Dios. En efecto, cuando María queda encinta, decide repudiarla debido a su conciencia del origen divino del Niño, para no dar ocasión de escándalo o para no interferir en la obra del Señor. Así leemos en la Escritura:
"Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer aunque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros».
Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús. (Mateo 1,19-25).
Sabemos que José era un hombre de fe, obediente a lo que Dios le pidiese aún sin saber lo que podría suceder después. Cuando el Ángel vino a San José en sueños y le dijo la verdad acerca del niño que María traía en su seno, inmediatamente y sin cuestionamientos ni murmuraciones tomó a María por esposa. Cuando el Ángel de nuevo se le aparece en sueños, esta vez informándole que su familia estaba en peligro, inmediatamente dejó cuanto poseía, su familia y amigos y huyó a un país extraño con su joven esposa y el niño. Esperó en Egipto sin poner en duda la voluntad de Dios hasta que el Ángel del Señor le indicó que era seguro regresar (Mateo 2,13-23).
Sabemos que José amaba al Señor Jesús. Su primera preocupación era la seguridad del niño que le fue confiado. No sólo dejó su hogar para proteger al Señor sino que a su retorno se estableció en las afueras de Nazaret por temor a su vida. Se indica también en las escrituras que cuando Jesús se perdió en el Templo, José junto con María le buscaron con gran ansiedad por tres días (Lucas 2,48). Además sabemos que José trató a Jesús como su propio hijo puesto que el pueblo de Nazaret repetía: "¿No es éste el hijo de José?" (Lucas 4,22).
Sabemos que José respetaba a Dios. Cumplió la ley resolviendo su situación con María y llevando a Jerusalén a Jesús para ser circuncidado y a María para ser purificada después del nacimiento del Señor. También sabemos que llevaba a su familia todos los años a Jerusalén para celebrar allí la Pascua, algo que no debió ser fácil para un simple trabajador como José.
Debido a que San José no aparece durante la vida pública de Jesús, hasta su muerte y resurrección, muchos historiadores creen que José murió antes que Jesús comenzara su ministerio público.
Hay muchísimas cosas que quisiéramos saber sobre San José, pero las Escrituras nos han dejado el dato más importante: que José era un "hombre justo" (Mateo 1,18).